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Claves del emprendimiento juvenil: beneficios, retos y casos de éxito

Planeta Formación y Universidades

“Más del 50% de los jóvenes europeos de entre 18 y 24 años afirman tener intención de emprender, pero solo una pequeña parte da el paso”

Este dato, recogido por el informe Youth Business Spain 2022-2023, es algo más que una simple estadística. Muestra un deseo que, por distintas razones, no siempre logra materializarse.

El emprendimiento juvenil es una forma de crear soluciones nuevas, de desafiar lo establecido y construir algo con sentido propio. Cada vez más jóvenes encuentran en esta vía un espacio donde unir pasión, propósito y acción. Aunque, eso sí, el camino no es sencillo: falta de recursos, inseguridad, miedo al error o ausencia de referentes…

Por eso es importante contar con apoyos que marquen la diferencia. Desde Planeta Formación y Universidades nos enfocamos precisamente en eso, en ofrecer formación de calidad, herramientas útiles y un entorno donde emprender no sea una utopía, sino una posibilidad real.

¿Qué es el emprendimiento juvenil?

El emprendimiento juvenil es cuando una persona decide poner en marcha una idea propia, ya sea un negocio, un proyecto social o una iniciativa cultural o digital. No se trata solo de crear empresas, sino de encontrar nuevas formas de desarrollar proyectos. Es una manera de aprender haciendo, de moverse en un entorno real y de buscar soluciones útiles para los demás.

Importancia del emprendimiento en la juventud

Emprender es sinónimo de confianza, y de entender límites y capacidades. También implica ganar seguridad, desarrollar criterio propio y empezar a ver nuevas oportunidades. Además, emprender ayuda en la toma de decisiones, en la organización, a trabajar en equipo y a entender el valor del esfuerzo. Dentro o fuera del mundo empresarial.

Beneficios del emprendimiento juvenil

Desarrollo de habilidades personales y profesionales

Montar un proyecto obliga a ponerse en marcha. Por ejemplo, aprender a gestionar el dinero, hablar en público, usar herramientas digitales, resolver problemas sin tener todas las respuestas… Experiencias que enseñan más que muchas clases teóricas y que sirven para cualquier aspecto del día a día.

Contribución al desarrollo económico y social

Sacar adelante una idea es generar movimiento. Se crean puestos de trabajo, se cubren necesidades concretas y se activan pequeños ecosistemas a su alrededor. Muchos de estos proyectos nacen con un fuerte compromiso social. Y eso se nota.

Fomento de la innovación y creatividad entre los jóvenes

Los jóvenes tienen una forma distinta de mirar el mundo, sin ideas preconcebidas, y de ahí el atrevimiento de proponer cosas distintas. Proyectos como aplicaciones que resuelven problemas cotidianos o algunos con impacto global. El emprendimiento da libertad para experimentar.”Hackatones”, concursos, programas de ideas… hay cada vez más espacios donde esta creatividad se pone en marcha y ven nacer a este tipo de proyectos.

Programas y apoyos para el emprendimiento juvenil

Programas de instituciones de Planeta Formación y Universidades

Cuando alguien joven quiere emprender, una de las cosas que más necesita —además de una buena idea— es apoyo. Y no solo económico, también formativo. En ese sentido, Planeta Formación y Universidades ha puesto en marcha distintos programas para ayudar a jóvenes que quieren dar el salto y lanzar su propio proyecto.

Por ejemplo, existen becas en disciplinas ligadas al emprendimiento como marketing digital, gestión empresarial, programación, diseño o turismo. Están disponibles en algunas de nuestras instituciones como iFP, OBS Business School o EAE Business School, y facilitan una importante ayuda para estudiar.

Competencias necesarias para el emprendimiento juvenil

Habilidades técnicas y blandas requeridas

Saber mucho sobre un tema, no basta para emprender. Hace falta algo más. Por un lado, están las habilidades técnicas, como aprender a llevar las cuentas, diseñar una web, gestionar redes sociales o conocer el sector donde vas a moverte. Todo eso se puede aprender con formación, práctica y curiosidad.

Pero igual de importantes son las habilidades blandas o soft skills. Es decir, saber comunicar una idea con claridad, trabajar bien con otras personas, organizarse cuando hay mil tareas por hacer… Este tipo de habilidades no siempre se enseñan, pero se desarrollan a base de experiencias reales.

Aquí también entran en juego dos palabras clave: liderazgo y gestión empresarial. Liderar no significa mandar. Significa saber tomar decisiones, motivar al equipo, resolver conflictos y marcar una dirección clara. Respecto a la gestión empresarial, muchas veces, quienes emprenden por primera vez sienten que tienen que hacerlo todo solos. Pero entender cómo se lidera un equipo, aunque sea pequeño, marca la diferencia. Y eso se entrena: a través de talleres, mentorías, simulaciones empresariales y, sobre todo, experiencias reales.

Cómo desarrollar competencias emprendedoras desde una edad temprana

No hace falta demasiada experiencia para empezar a emprender. De hecho, muchas competencias emprendedoras se están empezando a trabajar desde la adolescencia. Hay colegios y centros educativos que ya están integrando proyectos reales en sus programas como montar una cooperativa escolar, idear soluciones para problemas del barrio, desarrollar una app básica… cosas pequeñas, pero con potencial.

También hay iniciativas como campamentos de verano, clubes de innovación o plataformas que trabajan el pensamiento crítico, la creatividad o el trabajo colaborativo desde edades muy tempranas. Cuanto antes se empiecen a cultivar estas habilidades, más preparado estará un joven cuando decida dar el salto a un proyecto propio.

Retos y desafíos del emprendimiento juvenil

Barreras comunes que encuentran los jóvenes emprendedores

Emprender cuando eres joven tiene su parte emocionante, pero también hay muchos frenos. Uno de los más frecuentes es el dinero. No tener ahorros, no saber cómo pedir una ayuda o un préstamo… Todo eso puede dejar buenas ideas en pausa o incluso, desechadas para siempre.

También está la falta de experiencia. No saber por dónde empezar, qué pasos hay que dar, cómo montar una web o cómo hacer un plan de negocio… Sin ninguna guía, el camino puede hacerse largo y confuso. A veces se suma el hecho de que en el entorno más cercano (familia, amigos, profesores) no hay referentes, así que el apoyo es más bien emocional que práctico.

Y luego está toda la parte burocrática: ser autónomo, entender los impuestos, elegir la forma legal adecuada… Si no hay asesoría clara, acaba desmotivando.

Estrategias para superar obstáculos en el camino emprendedor

Lo bueno es que, poco a poco, hay más recursos que ayudan a saltar estas barreras. Por ejemplo, incubadoras y aceleradoras de startups: espacios que ayudan a pulir la idea, ayudan a obtener el conocimiento básico para arrancar y, en muchos casos, cabe la posibilidad de entrar en contacto con mentores y hasta posibles inversores. Entre nuestras instituciones, encontramos ejemplos como la aceleradora de EAE Business School en Madrid y Barcelona, una de las más prestigiosas y que ha visto nacer grandes proyectos de emprendimiento, o la de OBS Business School donde la escuela pone los medios para convertir ese proyecto de futuro en una realidad.

Y no hay que subestimar la fuerza de la comunidad. Muchas ideas se potencian cuando se comparten con otras personas con inquietudes parecidas. Hay redes de jóvenes emprendedores, eventos gratuitos, grupos en redes sociales y plataformas que ofrecen mentoría y formación adaptada a quienes están empezando.

Conclusión

Emprender siendo joven no es solo una forma de buscarse la vida: es una manera de aprender, de crecer y de construir algo propio. Y aquí es donde la formación tiene un papel clave. Porque tener una idea está bien, pero saber cómo llevarla a cabo marca la diferencia. Muchos jóvenes no emprenden por falta de conocimientos en gestión, marketing, finanzas o habilidades digitales. O porque no saben por dónde empezar, cómo crear un plan o cómo conectar con posibles aliados.


Por eso, programas como los de Planeta Formación y Universidades son una oportunidad real. Ofrecemos estudios en áreas que hoy son clave para que puedas emprender, desde áreas como el audiovisual y diseño, ciencias de la salud, artes y humanidades o ciencias jurídicas, hasta educación, empresa, ingeniería, tecnología y ciencias y gastronomía. Además, nuestras instituciones lo hacen con un enfoque siempre práctico, conectándote con el mundo real y ofreciendo opciones tanto presenciales como online, adaptándose a tus necesidades. No es solo formación para tener un título, sino para aprender a moverse con soltura en un entorno cambiante.

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Planeta Formación y Universidades

Planeta Formación y Universidades, red internacional de educación superior centrada en impulsar el conocimiento, desarrollar carreras y conectar el talento con el mundo laboral.

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